jueves, octubre 19, 2006

Los seres humanos con suerte ...


Generalmente hablamos de suerte es decir hechos fortuitos o casuales, los que nos ocurren a lo largo de nuestra existencia. Así existen dichos populares como el tener suerte en el juego o tener suerte en el amor, pero yo !!no ¡¡, he tenido mas suerte aún ...

Me tocó nuevamente hacer un rápido viaje a Santiago, un control médico en el que por suerte me fué bien ... cómo debe ser!!!, y revisando y revisando álbumes de fotos familiares he vuelto a recordar lo afortunada que he sido. Además de darme cuenta que los años han pasado y no en vano, así, volvió a mi memoria el cúando y el cómo llegó mi hermana a casa.

Curioso pasaje de nuestra vida ya hace mas de treinta años atrás. Cabe mencionar que no es mi hermana de sangre, nuestros papás son distintos y no por infidelidades ni separaciones sino que tan simple porque nuestras vidas comenzaron de maneras diferentes, en ciudades diferentes.

Chiquitita ella, tímida, calladita y bien la recuerdo siempre de cola de caballo, divertido peinado para nosotras mis compañeras de colegio y yo, que eramos capitalinas, mas entendidas en esas mundanas materias de peinados y ropas (ja), era especial, además de matea ... latera ella solo se sacaba sietes, esa escasa nota en nuestra vida de colegialas.
Su mundo giraba entre cuadernos y extrañar a sus papás los que se habían quedado en Calama, ella por opción decidió valientemente vivir en Santiago pues su meta era ser médico...

Luego de hacer un primero medio muy bueno (el de ella), de pronto tuvo los problemas típicos de cuando uno no tiene muchas opciones dónde vivir, ni tantos familiares que cómodamente te puedan acoger... y ahí llegó la brillante idea ¿por qué no vivía con nosotros en casa?, total nosotros éramos solo tres, mis papás y yo, (debo decir que ambas somos hijas únicas), lo que provocó una gran revolución, dudas y temores. Casi no nos conocíamos ni las familias tampoco, salvo lo que se podía hacer en las reuniones de colegio, pero luego de muchas conversaciones convencí a mis papás que sería una buena opción, total espacio físico había.

Llegó a casa, se acomodó, nos acomodamos y ahí es donde empieza la suerte mia!!!, le encantaban los regaloneos y los abrazos, de una paciencia grande y muy cariñosa, al contrario yo rebelde sin causa, quería vivir mi vida y que me dejaran respirar ... en resúmen fué la solución a mi vida.

Luego de compartir el mismo techo y muchas vivencias por mas de tres años, ella partió tras su sueño (el mio era estudiar poco, casarme y tener mi propia familia), se fué a Concepción, pero los fines de semana libres que tenía volvía a casa ... a esas alturas y con gran "suerte" para nosotras nuestras familias habían crecido, ya teníamos dos papás y dos mamás por lado quienes se preocupaban de nosotras, además habían aparecido primos, tios, abuelos y para qué seguir ...

Los años han pasado, nuestras vidas han cambiado. Vivimos en ciudades que las separan miles de kilómetros. Mis niños están grandes pues llegaron mucho antes que los de ella y los suyos aún pequeños, bueno, hasta tengo un cuñado, no le queda otra mas que aceptarlo y ay!! que nos tiene paciencia; nos ha tocado estar juntas en las buenas y en las malas, en algunas enfermedades que prefiero no recordar mucho y que nos han hecho movilizarnos rapidamente para darnos fuerza y compañía, hace años ya ella logró su meta y es una dedicada y fanática pediatra, mi médico de cabecera, además de viajera, regalona y divertida.

En resumen, es de esas personas que llegan a tu vida como un regalo del cielo, la que te hace comprender que no siempre los lazos de sangre son los que te hacen ser familia, con las que comprendes que sentimientos como los celos no pueden existir, con la que aún nos queda mucho por compartir y con quién aprendí lo que es tener una hermana de verdad ... @
(la foto fué tomada hace un par de años ... ahí están sus niños, mi hija, mi hermana y yo)

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