martes, diciembre 12, 2006

Un ángel habló a mi oido y ...


me pidió que hablara de Dios.

La verdad, supe de Él hace mucho, mis estudios los hice en un colegio católico, pero como todos, nunca le presté mayor atención, era alguien de quién me habían hablado y vagamente podía imaginar. Conocía dibujos, pinturas e ilustraciones, que serio Señor y tan lejano a mi. Se le debía rezar, alguna oración aprendida de memoria, en un templo, !! cualquier lugar no servía!!. Le debía pedir, pues también aprendí que Él todo lo dá, pero cuando lo invocaba, yo solo estaba en aprietos o dificultades, la verdad Dios si existía, pero cuando lo necesitaba o, yo quería un favor ...

Al pasar de los años, y luego de un par de dificultades en mi vida, necesité confiar mi vida a alguien, necesité rezar, pensar que era oida y que la vida aún no siendo fácil valia la pena vivirla, supe de templos y religiones, me dí cuenta que aún teniendo diferentes nombres, todas apuntan al mismo Señor, El Gran Arquitecto, Dios Padre-Madre, El Alma Divina , Nuestro Padre Interno, Yahvé, Alá y más. Ese quién en su magnitud y siendo Uno, pues El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios, una Trinidad, también era mi Dios.

De ese Dios que me acompaña y en quién tan profundamente creo y confío. Ese ser amable, un viejito gordito, rara vez, enojón. De manos cálidas quién se rie de mi, cada vez no sigo sus consejos. Quién me permite equivocarme y el que se muestra benevolente cuando al errar y no seguir el camino que Él me indicó, me toma de su mano y permite que retome la senda correcta. Quién es sabio en sus consejos y el que suavecito habla en mi oido, casi susurrando y me dice Annita, aquí estoy.
Ese Señor que me muestra cada día que está presente en mi vida, quién se permitió regalarme tres hermosos hijos, ser hija y hermana; quién me ha obsequiado la dicha de vivir, de disfrutar del sol, de mis amigos. De la luna y las estrellas, y del color del mar, admirar la furia de sus olas, una linda canción y la quietud de mi hogar.

Me pidió hablara de ese Ser a quién hay que entregarse pues su amor es infinito, ese Dios a quién llamamos de distintas maneras, un ser Universal, ese viejito a mi parecer, que no pide ser adorado y a quién no podemos engañar, el que nos dá todo y quién sabiamente, nos permite reir y llorar.

El que en el tiempo me ha hecho entender que físicamente, no somos eternos, y que llega el momento preciso para partir junto a Él, a su casa y también que frente a eso no podemos luchar, pues la misión ha sido cumplida y nuevas tareas muy pronto nos asignará, tal vez volver a este mundo o ascender un poco más ...

Ese Amigo, patudamente ya lo llamo amigo, pues al abrir mis ojos cada nuevo día sé definitivamente que ahí está y de quién me acuerdo no sólo en las noches al ir a dormir, sí me permite admirar la grandeza de la creación a cada minuto, aún pasándolo bien o no. Quién cada día me dice que no estoy sola y el que me dió como tarea, vivir dignamente, cantar en la ducha, conocer la realidad, pues la vida no es solo soñar.

Darme cuenta que lo material es muy importante, pero no primordial. Saber de la pobreza y llorar frente a la miseria humana, ayudar a mis semejantes y confiar. Que no debo juzgar ni criticar. Que somos seres individuales, nos dió el libre albedrío y la capacidad de pensar. Abrir mi ventana y disfrutar de la brisa del mar, sentir impotencia, rabia y más de una vez también, pelear, discutir y gritar.

Me pidió hablar de ese Dios, quién tan sabiamente, también me ha regalado y se ha llevado el amor. Quién ha puesto en mi camino, las situaciones y las personas justas de quién debo aprender, y quienes cuando ya he asimilado la lección, el tranquilamente las toma de la mano y cual jugador de ajederez, las mueve a discreción. Las lleva a otro lugar, pues me dice Annita, !! es tiempo de crecer !! es quién cada día hace de ese, una nueva interrogante, pues siendo dulce y cariñoso, a veces también enojón, me muestra que en cada rincón, existe el amor ...

Tal vez por eso, y con gran consideración dirigió a ese Ángel a mi vida y le dijo también a su oido, oye te propongo una difícil misión, aquí está la Annita ... recuerdale que nunca deje de hablar con Dios... @

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