sábado, septiembre 23, 2006

De los 8 a los 15 y … de los 13 a los 20

Si la dicha de crecer se pudiera ver reflejada, aún a pesar de haber pasado por duras pruebas como la separación de los padres, debo decir que ellos, mis hijos son una muestra clara de valor, de fuerza, entereza y la mayor cualidad, el ser firmes en sus creencias en la familia y el amor que me demostraron cuando me vieron derrumbada y muy triste.

Recuerdo claramente sus inocentes caritas cuando sólo veían lágrimas en mis ojos y su mayor preocupación del día era ver a su madre comer, así solo fueran tres cucharadas de lo que fuera y que ellos creyeran me alimentaba.

Pero el tiempo ha pasado, han ido creciendo y formando una personalidad única …

El mas grande, de una belleza interior y una ternura increíble, el amigo de sus amigos, el enojón que todo lo dá, quién reclama desde la distancia oir la voz de su madre, quién por saber que está feliz con lo que hace, se confía y lo deja volar en libertad. El regalón de su hermana chica y el que demuestra preocupación por todo y por todos. El primero en llegar a las fiestas y … a mi vida.

La intensidad en el color de sus ojos siempre me ha maravillado, el tan nombrado, hijo del medio … de un carácter fuerte, amante de las olas grandes, ¨si el mar está malo, mucho mejor!!!¨, siempre rodeado de sus buenos amigos, fiel a su amor, ordenado en sus platas o al menos trata. Ese hijo con el que puedes hablar y que aún teniendo su genio, y queriendo ser el duro de la familia … también a veces acepta un gran abrazo y, un beso.

La chica, tiene de dulce y agraz, regalona y escandalosa. Dormilona, celosa pero muy hermosa. Es quien sueña con tener en sus manos a la mamá, es la mayor preocupación de sus hermanos y bien lo sabe … para que hablar del papá.

Esos hijos quienes estando en la plenitud de su crecimiento son quienes me han entregado felicidad, no faltando los desencuentros puedo decir que son ellos los que me han dado la fuerza necesaria para seguir adelante, quienes me han permitido expresar y desarrollar mis inquietudes un tanto extrañas para el común de la gente. Incluso en mis locuras son ellos quienes me han permitido y me han ayudado a redescubrir y a recordar mi esencia un tanto olvidad, desordenada y que siempre ha tenido ansias de libertad. En resumen, son esos pequeños seres que he visto crecer, con quienes he tenido la dicha de saber que ellos son la mayor muestra de amor que Dios me dio y de saber que los sueños sí se convierten en realidad … @

No hay comentarios.: